30 de noviembre de 2009

Ruta Grazalema-Simancón-Charca Verde-Fardela-Benaocaz



En nuestro sendero de hoy disfrutaremos con la culminación del segundo punto más alto de la provincia gaditana: el Simancón (1569 m). Paco Solano y José Francisco Canto han realizado esta ruta para poder mostrarla aquí a nuestros seguidores.


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Comenzamos en el camping de Grazalema, desde donde accedemos a la vereda de la Cañada de Mahón, ascendiendo entre un pinar que nos conducirá al Puerto del Endrinal. En esta subida paralela al Peñón Gordo o Peñón Grande veremos una gran variedad de plantas: peonías, níscalos, orquídeas, espinos majoletos. Entre la fauna que podremos observar están las cabras montesas, mirlos y rapaces como nuestros omnipresentes buitres leonados.

Estas primeras cuestas se nos hacen livianas al contemplar las primeras vistas, descubriendo en el horizonte los cascos urbanos de Olvera y Montecorto. La bajada tras el puerto nos conduce al Llano del Endrinal. Lo rodearemos por su parte izquierda, para enlazar con las primeras rampas del Simancón. Estará omnipresente el Pico de San Cristóbal, vigilante de las subidas de los senderistas. Alcanzaremos a ver más localidades, como la sevillana de Pruna.

En los últimos "repechos" antes de acceder a la cumbre, llegaremos a una llanura de piornos, pandejos y cojines de monja. Aquí acometemos el final, mirando la cima de frente la atacaremos siempre con una ligera tendencia hacia la derecha. La prudencia será nuestra virtud en este último tramo, dado lo escabroso y la cantidad de piedras sueltas del terreno que transitamos. Las vistas invitan a la reflexión, haciendo un giro de 180 grados y vislumbrando partes de las tres provincias andaluzas de Cádiz, Sevilla y Málaga. Crestearemos con mucho cuidado por el fuerte viento que suele acompañar este tramo de bajada, que nos puede desequilibrar en cualquier momento. Rápidamente estamos en el Reloj (1535 m), el pico gemelo del Simancón, de altitud ligeramente inferior. A nuestros pies veremos, diminuta, la Charca Verde. También disfrutaremos una amplia panorámica de los Llanos de Villaluenga o del Republicano, y vistas como el Tajo de Ronda y esta ciudad monumental.

Para la bajada hacia la Charca Verde aconsejamos usar dos bastones que nos ayudarán aligerando el esfuerzo de nuestras rodillas, pues el terreno se vuelve caprichoso y muy dificultoso. La Charca Verde es uno de los lugares que nos invita a hacer un descanso en nuestra ruta antes de buscar el Valle de Fardela. Aquí pudimos observar a los rebaños de ovejas abrevar en la charca.

Dejando a nuestra espalda los colosos gemelos del Reloj y el Simancón, la dirección correcta que deberemos tomar será la derecha. En varias subidas y bajadas sucesivas, transitaremos por veredas que están siempre indicadas por grupos de piedras superpuestas colocadas por los senderistas. Recomendamos colaborar en el mantenimiento de estos hitos para que los que nos sucedan en esta travesía mantengan su orientación correcta. Antes de contemplar por primera vez Fardela, el camino se abre y se transforma en una sucesión de valles preciosos donde pastan las ovejas y ganado del lugar.

Con el Valle de Fardela a nuestros pies y la majestuosidad de las encinas centenarias, buscamos el caserío y la fuente de los Nueve Pilones, magnífica por su agua fresca con la que podremos saciar nuestra sed. Buscamos el pueblo de Benaocaz con la puesta de sol. Al frente, tendremos la Sierra de la Silla, a la izquierda el Cao o Navazo Alto, la Sierra del Endrinal, y muy cerca ya frente a nosotros, Benaocaz.

Recomendaciones:

- Llevar material apropiado.
- Dejar las cancelas cerradas y respetar las alambradas.
- Respetar flora fauna y no arrojar residuos de ningún tipo.
- El silencio nos mostrará la grandeza del entorno donde estamos (hacer el mínimo ruido).
- Consultar siempre las previsiones del tiempo antes de planificar nuestra ruta.
- La compañía de alguien que conozca el entorno es siempre aconsejable.

[Fotos: Paco Solano y José Francisco Canto]

Para mayor información sobre ésta y otras rutas, contactar con Paco Solano en el teléfono 645 169 546

12 de noviembre de 2009

Excursión por los encinares de Villaluenga




Hoy presentamos una atractiva ruta que transcurre por el vecino municipio de Villaluenga del Rosario. Se trata de ascender a los encinares de la Sierra de Ubrique desde el valle de La Manga, para contemplar las impresionantes vistas que desde allí se disfrutan, las cuales nos conducirán hasta las campiñas gaditanas y sevillanas por una parte y hasta el Estrecho de Gibraltar y África por otra.


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El inicio del paseo se sitúa a la altura de la Manga de Villaluenga, el acceso es antes de llegar a Villaluenga encontraremos una cancela a la derecha de la carretera que viene desde Ubrique (se puede llegar a pie ascendiendo por el Camino de Ronda hasta Aguanueva y luego atravesando el valle de la Manga hasta este punto).

A la derecha, comenzaremos un camino asfaltado en hormigón. A unos doscientos metros divisaremos partes de la ascensión que nos conducirá hasta el encinar. Será frecuente a lo largo de nuestra ruta encontrarnos con rebaños de cabras payoyas, raza autóctona de nuestra sierra (“payoyo” es también el gentilicio de los habitantes de Villaluenga, pueblo que tradicionalmente se ha dedicado a la ganadería de estos animales). Con su leche se elaboran los magníficos quesos payoyos, que ya han merecido premios en diversos encuentros gastronómicos.

Las cancelas que veamos siempre las dejaremos cerradas. Seguiremos el carril con una subida de un porcentaje bastante alto. Al final de la parte asfaltada el carril se abre en dos partes. Tomaremos la de la derecha, donde seguimos subiendo ya por un carril sin asfaltar. Veremos por debajo de nuestra posición un gran llano con un aljibe, el primero que nos encontraremos en la ruta, y al fondo en el horizonte el acceso a los Pozos de Barría. Seguimos hacia arriba hasta encontrarnos con el segundo aljibe. Podremos cruzarnos con algunos animales como cerdos y ganado vacuno. Será entonces nuestro primer encuentro con la majestuosidad del encinar.

El camino se estrecha al introducirnos bajo las sombras de las encinas. El camino se hace ahora muy abrupto por la cantidad de piedras sueltas y el sendero que se pierde de vez en cuando. Para no extraviarnos, siempre tendremos la referencia de la Manga a nuestra derecha. Contemplaremos estupendas panorámicas de la población de Villaluenga así como el Torreón y el Cao o Navazo Alto al frente. Siempre que nos lo permita la espesura de las encinas, veremos también nuestro emblemático Higuerón y la Sierra de la Silla, así como, en la línea del horizonte, el entorno de los Pueblos Blancos de la campiña como Arcos, Bornos, Villamartín, etc. Y lo más lejano, la ciudad de Jerez de la Frontera. A la izquierda, cuando estemos en pleno corazón de la ascensión, los Pozos de Barría y el espectáculo de la Bahía de Algeciras con el Peñón de Gibraltar.

Siguiendo con el paseo, para la vuelta tenemos que tener siempre la referencia antes mencionada, pues las veredas aparecen y desaparecen dado que son de los animales que pastan por el lugar. Hay que estar siempre muy atentos para evitar torceduras. Otro de los alicientes que tiene este paseo es la contemplación del vuelo de nuestras aves rapaces, especialmente los abundantes buitres leonados. Entre los elementos antrópicos más interesantes, además de los aljibes mencionados, llamarán nuestra atención los pozos de nieve, testigos de un trabajo ya desaparecido de nuestra sierra, el de los neveros.

[Fotos: Paco Solano]

Inicio del camino, en la Manga de Villaluenga.

Rebaño de cabras payoyas.

Primer tramo del carril, pavimentado de hormigón.

El carril sigue con un fuerte ascenso.

Desde el primer alto, veremos uno de los aljibes.

Nos acercamos al encinar.

Un rancho tradicional serrano.

Bellotas.

Vistas de la Sierra de Líbar, en el límite entre las provincias de Cádiz y Málaga.

Bosque.

Pozo de nieve.

Vistas de Villaluenga.

Vistas hacia el Campo de Gibraltar.

Vistas hacia la Sierra de la Silla y la campiña.

Encinar.

Se aprecia el Peñón de Gibraltar y el Estrecho, así como los barcos del puerto de Algeciras.

Bellotas.

Vistas de los Pozos de Barría y la Sierra de los Pinos.

Para mayor información sobre ésta y otras rutas, contactar con Paco Solano en el teléfono 645 169 546