14 de diciembre de 2013

Ascensión a los tajos de las Grajas y Algarín, en El Gastor

Vista de los tajos Algarín y Las Grajas, con el embalse de Zahara-El Gastor a sus pies.

Fotos por José Francisco Canto Valenzuela

El pasado 6 de diciembre de 2013 se realizó la ascensión al Tajo de las Grajas y el Tajo Algarín, en el entorno del pueblo serrano de El Gastor (Cádiz). Los participantes en la ruta fueron: José Francisco Canto Valenzuela (Ubrique), Juan Manuel Velázquez-Gaztelu Vecina (Arcos de la Frontera), Adolfo Bosch Lería (San Fernando), Milagros Recio Pascualvaca (Cádiz) y Sebastián Hinojos Corrales (Ubrique).

Se trata de dos cumbres emblemáticas en el paisaje de la Sierra de Grazalema, ambas ligeramente por encima de los mil metros de altitud, con amplias vistas sobre el embalse de Zahara-El Gastor, cuyas aguas bañan las faldas inferiores, y de varios pueblos de las serranías de Ronda y Cádiz, destacando Zahara, Algodonales, El Gastor y Olvera. En el curso de la ascensión se puede visitar el dolmen del Charcón o del Gigante, señalizado dentro de la Ruta Arqueológica de los Pueblos Blancos.

Mapa de la ruta [Arcos Trotones Blog]

El grupo en las proximidades del dolmen del Charcón. La ruta comienza por el carril que asciende tras ellos.

Un alto en el camino, con el pueblo de Olvera al fondo.

En el dolmen del Charcón.

En la cumbre del Tajo de las Grajas. Al fondo, el Tajo Algarín.

En la cumbre del Tajo de las Grajas. Al fondo, el Algarín y el pueblo de Olvera.
En la cumbre del Tajo Algarín, con vistas sobre el embalse y los pueblos de Zahara de la Sierra y Algodonales.
Brindando por el éxito de la ruta.

En el vértice geodésico del Lagarín (1.067 m).

Con el pueblo de El Gastor a la espalda.

12 de diciembre de 2013

La fiesta senderista de la Petaquina


Texto y fotos por Antonio Morales Benítez

Unos doscientos senderistas participaron en la segunda edición de "La Petaquina". Una marcha solidaria organizada desde el año pasado por el Club Senderista 3 Caminos con el patrocinio de diversas instituciones públicas y privadas que se está convirtiendo en todo un referente de la serranía gaditana. Pocas actividades pueden presumir de aunar de una manera tan exitosa lo lúdico con lo deportivo. Además no conoce límites generacionales puesto que en esta edición participaron desde niños de 9 años hasta adultos de 79. Un espacio, pues, para compartir porque es apto para todas las edades ofreciéndonos a todos la oportunidad de aproximarnos al entorno natural. Sin duda una respuesta a la necesidad que tenemos de reconciliarnos con la naturaleza al mismo tiempo que nos socializamos.

Muchos no quisieron perderse este año "La Petaquina" y muy temprano empezaron a congregarse en la plaza del Ayuntamiento de Grazalema, donde los organizadores tenían previsto dar las primeras instrucciones y obsequiar a todos con productos de la repostería local y un recuerdo de la marcha. A continuación, una larga fila de participantes a lo largo del itinerario daría color al Parque Natural para unir las localidades de Grazalema, Benaocaz y Ubrique, situadas todas ellas en el corazón de esta reserva de la biosfera.

El primer tramo discurrió paralelo al cauce, todavía seco, del río Guadalete siempre en ascensión hasta el puerto del Boyar. Cuando se llegó al mirador el frío ya había desaparecido y las primeras luces del sol anunciaban un extraordinario día. La bajada y travesía del corredor del Boyar se pudo realizar sin incidencias, todos recordaban que el año pasado este tramo había sido algo complicado por el barro. En algunas partes el sendero se estrecha para caminar entre imponentes árboles. Pero el horizonte se abre cuando se llega a los llanos próximos al Salto del Cabrero, cuya falla es uno de los puntos geológicos más interesantes del Parque. Se aprovechó la parada en el puerto de Don Fernando para contar algunos aspectos de la historia de la comarca. Tras lo cual, se emprendió una nueva bajada por una zona muy pedregosa hasta atravesar el arroyo Pajaruco, muy cerca de Benaocaz. La interminable cadena solidaria recorrió su barrio nazarí camino del primer avituallamiento en la plaza de La Libertades. Allí el ambiente era plenamente festivo al confluir varios eventos, como la exposición "Arte para Todos" de pinturas, fotografías y grabados a cargo de un colectivo de artistas de la zona y una feria del libro de autor con la presencia de algunos escritores, y todo ello acompañado del plato de chorizo al vino que estaba esperando. Todo un regalo. La bajada por la Calera sería rápida para reagruparse otra vez todo el grupo a la entrada de Ubrique y continuar por la calle Villaluenga para recorrer su casco antiguo en dirección a la Peña Sevillista, donde estaba previsto el último avituallamiento.

La Organización de una actividad tan compleja sólo puede calificarse de modélica. Contó con un grupo entusiasta que en todo momento echó una mano y que sería correspondido con un comportamiento respetuoso con el entorno de todos los participantes.

En el horizonte de La Petaquina se mantiene el carácter solidario con el que nació y así lo recaudado con las inscripciones se destinará al Centro Ocupacional "El Curtido". Asimismo, a lo largo de la ruta se homenajeó al Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, con especial mención al cuerpo de Ubrique, cuya unidad de rescate viene dando muchas muestras de eficacia hasta el punto de ser unos de los mejores aliados con que cuentan todos los senderistas que llegan a esta comarca. Sólo queda felicitar a estos ruteros ubriqueños empeñados en que abandonemos el sofá para que ventilemos nuestros pulmones, conozcamos nuestras riquezas naturales y nos reencontramos con los amigos dentro, todo ello, de un ambiente extraordinario y festivo. Enhorabuena.